LO SUBLIME Y TÁNATOS por SONIA M.MARTIN
Las cosas no son como las vemos, sino como las recordamos.
Ramón María del Valle Inclán
Mientras otros hombres están inmóviles frente a su dolor,
Dios me dio el poder de expresar mi sufrimiento.
Goethe
En los anales de la poesía argentina, el lector y amante de poesía, se puede sentir atraído por muchos de sus poetas que cantan sus versos a la muerte, a lo sublime, a los mitos y a los sueños. Olga Orozco, es una de ellas que nos dice:
“Sólo había un jardín: en el fondo de todo hay un jardín donde se abre la flor del sueño de Novalis.” (Mutaciones)
De esta atracción por los poetas transandinos y su magnífica poesía que se enlaza con la muerte, con Tànatos, con lo sublime, es que me sentí arrastrada por los remolinos inmoderados del placer de leer los excelsos poemas de “La Muerte Quiere" de Beatriz Iriart, y la tristeza frente a esta "muerte que quiere" y que dice tanto y tan profundamente.
Qué camino seguir: el placer elevado del verso o caminar con Tanatos y ese coqueteo de la poeta frente a la muerte.
Leer los poemas de Beatriz, nos hacen sentirnos inmersos de alguna manera en los versos de Alejandra Pizarnik y de Sylvia Plath. No obstante, hoy, nos encontramos en el torbellino de los versos de Beatriz… y su poemario “La Muerte Quiere"
¿Mas, quién es ésta poeta sublime, que nos remite a Novalis, a Goethe con sus versos que abrazan a la muerte con brazos seductores, que al mismo tiempo expresan sufrimiento y dolor…?
Debemos presentarla tanto con su poesía, así cómo y cuándo nació nuestra amistad.
Hace años que conozco los versos de Beatriz y quizá fue como casualidad, porque nuestra amistad –que siempre ha sido epistolar– se inició, -como es de esperarse- con una carta y de ahí pasamos a su poesía, a sus versos. Ella me enviaba sus poemas desde la Argentina a California y yo los leía sin acertar a reunir en una sola persona, a la joven que me enviaba cartas y a la talentosa poeta a quien yo le leía con embeleso, verso tras verso.
No conozco en persona a esta poeta, nuestra comunicación siempre ha sido epistolar. Y de este modo que parece tan sencillo, nació nuestra profunda amistad, la que por mi parte se transformó rápidamente en admiración al talento que muestra en sus versos Beatriz Iriart
De los primeros poemas que le leí, recuerdo uno en especial, que era dedicado a un amigo muerto; pero no muerto de muerte natural… era una muerte política, y así, de pronto, los versos, los poemas, se enlazaron con la muerte, la muerte política, la política, la tristeza, el recuerdo, el sufrimiento y el dolor. Asimismo me fui preguntando –y le pregunte también a la poeta- por qué escribir tanto dolor, tanto sufrimiento, por qué abrazar y ensalzar a la muerte, cuando se tiene tanta vida. Y de esta manera, me fui adentrando en su poesía, que me llevaba al centro profundo del sentimiento sublime que tanto destaca el movimiento romántico alemán y que también se lee en los versos de Alejandra Pizarnik y Sylvia Plath.
De ambas leeremos algunos versos y empezaremos con Plath, no para comparar, sino que para disfrutar del estilo poético:
I was seven, I knew nothing.
The world occurred.
...
I am lame in the memory.
...
This was a man, then!
Death opened, like a black tree, blackly.
Sylvia Plath (Little Fugue)
Podemos libremente continuar con versos de Pizarnik, para sentir en ella palpitar la muerte y los recuerdos de infancia, como también se lee en el poemario de Iriart.
Con todas mis muertes
yo me entrego a mi muerte,
con puñados de infancia,
con deseos ebrios
que no anduvieron bajo el sol.
(Obra 42)
Recuerdo mi niñez
Cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón.
(Obra 54)
Tànatos presente, y siempre, más coqueteo con la muerte, con lo sublime, con la infancia en las y los poetas que de alguna manera hemos traído en este prólogo a colación. No queremos hacer complicadas o enojosas comparaciones, nos queremos remitir a un cierto estilo, a un cierto amor de las poetas, por darle belleza y poesía a ciertos temas, que emergen libres y fluidos en los versos de la poeta que hoy presentamos. ¿Y por qué no leer, antes de sumergirnos profundamente en su libro “La Muerte Quiere” algunos de sus versos tan sublimes como románticos?
Gaviotas
Carecemos de memoria.
Las gaviotas que desplegaron sus alas
cayeron torpemente
bajo el áspero y cruel
sonar de armas.
Carecemos de memoria.
Y afirmamos
que era la única música
para esas aves.
En este poema está presente la política, la muerte, los desaparecidos y el olvido o falta de memoria colectiva. Sólo escuchan la música para esas aves… En cambio en Mieses, van sus mieses o girasoles del exilio, quizá en su poesía, Beatriz nos recuerde su dolor al vivir también ella, el exilio de su hermana Viviana en Venezuela.
El coqueteo de la poeta frente a la muerte política en Los Ancestros nos remite a la Historia Universal, la muerte por nuestros ideales. La siento a ella vagar por Buenos Aires taciturna, buscando junto con las Abuelas de la Plaza de Mayo, una respuesta aun….
En Tarde de Bastiones Quebrados, hay una juventud que nace, crece y madura, con tristeza política. Duelo a la vida que pasó con dolor… y así, poéticamente, Beatriz Iriart, en su libro "La Muerte Quiere" nos arrastra de la mano para mostrarnos con dolor y muerte, la Argentina que le tocó vivir a su generación.
Sonia M.Martin
Union City, California, invierno de 2003
Sonia M.Martin: escritora
chilena-estadounidense, es periodista y profesora. Estudió en Francia y en
Venezuela postgrados de teatro, literatura y Periodismo Cultural. Es
miembra de AICA Internacional y Capítulo
Venezuela, París; ITI (Instituto
Internacional de Teatro), París; AEV ( Asociación
de Escritores de Venezuela); SECh (Sociedad de Escritores de
Chile); SPJ (Sociedad de
Periodistas de los Estados Unidos) ; NUW (Escritores de los
Estados Unidos). Fue editora de la Editorial en Internet Jaca
Negra y del magazín feminista, bilingüe, castellano-inglés, Daniela
Web Press, Webzine pionero en este estilo en la Internet.
Ha publicado varios libros. Su novela Cena con un Perro Rojo, ganó en 1996 el Premio Letras de Oro de la Universidad de Miami y del Ministerio de Educación de España. Su libro Londres 38, Londres 2000, basado en ocho casos de detenidos-desaparecidos bajo la dictadura de Augusto Pinochet Ugarte, escrito con Carolina Moroder, fue bautizado en la Universidad Central de Chile, presentado en la Universidad de Stanford, California y en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México) y Santiago (Chile). Ha vivido en Europa, Latinoamérica y Estados Unidos, país en donde reside. Ha sido premiada por varios países como la mejor periodista cultural. Entre otros, Alemania, país que la invitó a Frankfurt del Main para conocer la vida cultural. Se la distinguió con una beca del Instituto Goethe, para estudiar alemán en Mannheim. El Canadá francés, por medio del Gobierno del Québec, le otorgó un premio similar para conocer y relacionarse con los más importantes artistas del Québec.
Fundó SELC y CII (Sociedad de Escritores
Latinoamericanos de California y Capítulo Internacional en Internet) en donde
actualmente es parte de la mesa directiva. Es Delegada y Directora
de CELCIT Norte de California, “María Teresa
Castillo” (Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral). Creó y dirigió, el Grupo Literario CELCIT, Casa de San Bernardino, en Caracas, Venezuela.
Participó con este grupo y con el taller de literatura que monitoreaba, en el
Primer Congreso Nacional de Talleres Literarios de Venezuela.
BEATRIZ IRIART
Nace en otoño (12 de mayo) en La Plata, Argentina.
Miembro de la "Sociedad de Escritores
Latinoamericanos de California y Capítulo Internacional en Internet (SELC y
CII), California, Estados Unidos. Ha recibido premios y menciones de la S.A.D.E (Sociedad Argentina de Escritores), S.E.P (Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos
Aires), entre otros reconocimientos.
Publicó los libros:
"Perspectivas" (1977)
"Collage de Cinco" (1981)
“Extraño Linaje” (1984)
"La Muerte Quiere”
(2003)
.
Su obra es publicada en ingles y portugués en
varios países y en diferentes antologías en su país y en el extranjero.
Estudió cerámica y pintura.
Formó parte del movimiento underground en la
década del '70, colaborando con la revista literaria"Machu
Picchu".
Actualmente publica en Estados Unidos,
Canadá, España, Brasil, Venezuela, Uruguay, Argentina, Alemania, entre otros
países, en diferentes idiomas.
La afamada compositora venezolana Diana Arismendi,
compuso en el año 2015 la obra “In memoriam”,
para conmemorar el HOLOCAUSTO, inspirándose el segundo movimiento de la
obra en el poema “Yo estuve en Auschwitz” de la poeta Beatriz Iriart.
El
concierto fue organizado por el Espacio
Anna Frank de Caracas y participó la orquesta Sinfónica de Venezuela dirigida
por el maestro Alfredo Rugeles.
Blog:
http://beatriziriart.blogspot.com/