Yo estuve en Auschwitz.
Yo parí hijos
de amargura, dolor y
espanto.
Yo anduve descalza
en el fango de un campo
con flores segadas
al igual que las
semillas frescas
de nuestros rebaños.
Y hoy a los 61 años
de la liberación del
campo:
Soy una sombra
una mujer sin rostro.
La desolación y el
hambre.
Yo...
yo estuve en Auschwitz.