A la memoria de Ana Iriart, mi mamá
(25/1/25-16/8/2008)
Añoro en los albores del año
las caricias
que beatificaban el hueco de tus manos
la
clorofila que emanaba de tus dedos
tu andar sereno de pitonisa errante
con destellos y umbrías
afirmando su reinado lunar y eterno.
Es noche de poemas
aldabas y leones alados.
Otro es el ciclo
otro el desasosiego.
Idéntico el clamor de la agonía
que no cesa de diferir
en naturaleza y forma.
©Beatriz Iriart