Que
necedad creer
que llegará
el otoño con dignidad
y
que sus hojas no caerán.
Que
necedad creer
que
nos amaremos hasta el final.
Que
necedad
no
asumir que tu ausencia también será mía.
Que
necedad
creer
al despertar que habrá otro día más.
Que
necedad
mirar
el reloj y no aceptar
que
ya no hay más horas, ni risas, ni llantos
solamente oscuridad.
©Beatriz
Iriart
Fotografía:
Ribes Sappa