A la memoria de Anna Frank
Poseer una
cuchara-cuchillo
es convertirse en ávido
escultor.
Hay que ubicar
un pedazo de latón y que
aflore
para no desperdiciar
ni una gota del potaje.
Y con el cuchillo
cortamos el pan
para canjearlo
por otras cosas
más útiles.
Sí, poseer una
cuchara-cuchillo
en estos días.
Es todo un arte.
©Beatriz iriart