“Sólo el trabajo os hará libres”
(Leyenda del campo de
concentración de Auschwitz)
Sacaron boleto para la
próxima estación. El chofer los trató cortésmente. Intercambiaron opiniones,
recuerdos y algún futuro cercano. Arribaron. Las melancólicas notas envolvían
la niebla mañanera.
Los acompañaron hasta la
descomunal exposición, ante el inmenso collage donde había sueños, huesos,
ilusiones, miedos, pero ningún rostro.
Pronto comenzarían las
tareas en el atelier. La música se deslizaba dulcemente. Se desnudaron - la
higiene era la disciplina fundamental para esa faz del arte. Las duchas
ayudarían a ello.
Sacaron boleto para la
próxima estación. La obra quedó inconclusa. El gas, involuntariamente, los
sumergió, en el inmenso collage sin rostros.
© Beatriz Iriart