Y se me cansó la vista
de tanto ver miserias.
Y se me cansó la piel
de tanto recibir golpes
pero también está la
vida
que me quitaron del
vientre
y las horas que
perdí
en el comienzo de la Historia.
Y si bien he conocido
vivido y asistido
a los grandes del
Imperio
he reído
he llorado y maldecido
he llorado y maldecido
la inmortalidad
concedida.
©Beatriz Iriart